Lo que no fuimos
- Julia M. González
- 30 dic 2014
- 2 Min. de lectura

De repente, me encuentro gritándole a la oscuridad, esa misma oscuridad de donde tú me sacaste y a donde ahora me envías de nuevo sin siquiera mirarme a los ojos. Pocas cosas en mi vida se iban a comparar con el dolor de perderte. Lo supe en cuanto aquel “ya no te amo” brotó de tus labios y no te tembló la voz. Lo confirmé cuando finalmente levantaste la mirada y no encontré en tus ojos ni un resto de aquellos “te quiero” que solías susurrar a mi oído después de hacer el amor.
Confusión y dolor. Una garra de acero atenazándome la garganta. Calor y frío y el aterrador sonido de mi corazón latir desbocado en mi pecho. Una risa histérica que escapa de mis labios antes de poder detenerla y que es la escapatoria más digna que encuentro al llanto que ya amenaza con dejarse caer sobre mí.
“Ya no te amo”. Aquel puñado de palabras me enfrenta de repente a mi futuro. Un futuro que no pedí y que jamás me imaginé. Un futuro en el que, a fuerza de enamorarme todos los días, figuraban tú y tus miradas profundas, ese mismo futuro del que súbitamente dejaste de formar parte. Un futuro que, sin ti, me parece más gris a cada instante.
Lágrimas y culpa y miedo. La forma en que echabas la cabeza hacia atrás al reír, el sonido de tus pasos en el pasillo y tus manos siempre en movimiento. Me pregunto entonces qué voy a hacer con todos estos recuerdos. El sabor de tus besos ardiendo en mis labios, tu forma insistente de abrazarme por las mañanas y todas las veces que me juraste que me amabas. Decido guardarlos para poder recordarte tal y como eras aquel 30 de noviembre: nervioso, inocente y totalmente enamorado de mí. Los guardo para poder verme en ellos tal y como era entonces: ingenua y dispuesta a todo por ti.
Me pregunto una vez más si te odio, y de nuevo concluyo que no. Te agradezco. Gracias por todas mis primeras veces, por el llanto y porque ahora me sé irrompible. Ahora te veo a través de la bruma de mis lágrimas y comprendo que nuestro fin estuvo destinado a ser desde un principio, decidido así por todo eso que no fuimos, todo esto que no somos y todo aquello que jamás seremos: el uno para el otro.
Comments