Cúrame, tiempo.
- Julia M. González
- 14 jul 2015
- 1 Min. de lectura
Se queda atrás.
Se queda en el aire que respirábamos,
felices de naufragar en aquel mar de sábanas blancas
donde tantas veces perdí el Norte
creyendo que mirando sus ojos encontraría el rumbo.
Se queda atrás,
en aquellas mañanas de noviembre
cuando las primeras gotas de tormenta
se dejaban caer ya sobre nosotros.
Cuando, mudos y sordos, enfermos de amor,
cerramos también nuestros ojos a la tempestad.
Ayer, cuando creíamos.
Atrás, mi amor se queda atrás
porque así lo decidió el día que dejó de amarme.
Y yo me quedo atrás también,
esperando en ese reloj que no se detiene,
en esta distancia que no deja de crecer.
Esperando quizá su imposible regreso,
o quizá por fin ese olvido que no llega.
Cúrame, tiempo. Enséñame a olvidarlo.
Llévate ese nombre que aún me cuelga de los labios.
Cúrame, tiempo, porque él se queda atrás
y con él aquella versión de mí misma
que temo no volver a ser nunca.
Commentaires