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ÉRAMOS, SOMOS, ¿SEREMOS ?

  • Julia M. González
  • 12 may 2016
  • 2 Min. de lectura

Éramos las 3:42 de la mañana

con sus claroscuros,

sus deseos inconfesables

y nuestro primer beso en silencio.

Éramos la inocencia en esas caricias

enfrentada con la marea de deseo

que nos subía por el vientre

y que sobrevino en un

“te quiero”mal interpretado.

Éramos los estridentes silencios de dos amantes

que aprendían a reconocerse a ciegas,

la arrogancia de dos tontos que creían

haber ganado el mundo en un beso

y la estupidez de dos locos que aún no sabían

que podían perderlo en dos palabras.

Éramos las ansias apenas contenidas

de que llegara la medianoche

para poder desvestirnos a quemarropa,

y así amarnos en silencio como aman los tontos:

con rabia,sin prisas,a destiempo.

Éramos fuego.

Fuego que calienta las manos

de los amantes solitarios.

Fuego que entibia las almas,

fuego que ciega, fuego que calma.

Éramos.

Somos los 30 de cada mes

con sus recuerdos lacerantes,

recuerdos de una vida mejor:

cuando estábamos completos,

cuando éramos.

Somos la fingida indiferencia

de los amantes que solían ser,

la voz a punto de una llamada

y los ojos a un paso de ese llanto

desesperado, brutal, desolado,

porque nos falta el aire,

porque nos falta la vida.

Somos hermanos de Soledad

y mejores amigos de Melancolía.

Dos cobardes enfermos de amor perdido

que culpan inútilmente a la vida

porque les duele aceptar la verdad:

somos culpables.

Somos hielo.

Hielo que aleja para siempre

a los cobardes como nosotros.

Hielo insondable,eterno,

hielo que seca, hielo que mata.

Él ya no es él, ni yo soy yo.

No somos.

Seremos quizá para siempre nada

o volvamos tal vez a serlo todo.

Le pido a Dios las respuestas

para poder por fin conciliar el sueño y

él, en su infinita sabiduría,calla.

Quizá seremos otra vez nosotros,

pero este silencio es eterno.

Seremos la vida después de la muerte,

o la muerte después de la vida.

Seremos mañana, seremos talvez.

Quizá dejemos de ser lo que (no) somos

para volvernos lo que éramos.

Seremos deseo, seremos esperanza.

Seremos tal vez aire.

Aire invisible y siempre presente.

Aire que lo es todo

y al mismo tiempo nada.

Aire que espera, aire que falta.

¿Seremos?

Éramos principio, el medio y el final.

Somos la calma después de la tormenta.

¿Seremos, amor? Dios dirá.

 
 
 

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