top of page

Cosas que no debería estar diciendo

  • Heriberto Sánchez G.
  • 12 oct 2016
  • 2 Min. de lectura

Ya no te quiero aquí. Ya no te quiero querer. Llévate mis recuerdos y mi amor, maldito ladrón de paz, toma todos mis momentos y sensaciones; y hazlas cenizas. Fúmatelas como te fumabas todo aquello que dolía en tu vida. ¿Por qué no te llevaste mis vivencias contigo? Simplemente empacaste a toda prisa y metiste en la maleta un ramo de promesas marchitas, la cajetilla repleta de “Te amo’s” que ya habían expirado y eso sí, la esperanza renovada de toparte a alguien mejor que yo.


¿Qué tal te ha funcionado? Y no me respondas esa pregunta. Guárdate la dicha de tus amores logrados para otros oídos interesados. Eso no lo que quiero escuchar hoy. Quiero que me grites, que me discutas, que me odies por haber terminado… Al menos dime que me extrañas. Aunque estés mintiendo, aunque sea por lástima. Me conformaría con que me saques de tu caja de vez en cuando, desempolves esos viejos artículos y me recuerdes con cariño.


Todos los días me arropo para no sentir el frío que me causa ese espacio vacío, mi flanco derecho, el izquierdo, mi frente y la retaguardia. Para no sentir el desazón de darme cuenta de que ya no estoy contigo. Me cubro con una sonrisa forzada, un paso entusiasta y una prisa falsa. Así siento menos la herida sangrante que me dejó tu partida.


Soy un sobreviviente de la guerra que fue amarte. Y no me malinterpretes, que mis batallas no fueron contigo, fueron conmigo y mi pensamiento un poco más conservador; ese no saber dejarte hacer que siempre luché por controlar, aunque tuviese miedo, aunque tuviese disimular que sí me preguntaba algunas noches si habías sucumbido a otra piel.


Finalmente me decías que no y yo te creía todas las veces, aún te creo, aun te quiero y no voy a dejar de hacerlo, porque no quiero, no porque no pueda. He decidido cargar con el regusto agridulce y vibrante que fue amarte, porque si lo combato me muerde, como tú me mordías los labios. Y lo peor es que me gusta y me duele.


Así como duelen otras cosas, como saber que esto no te dolió, que separarnos haya sido lo mejor para ambos, para evitar discusiones, para evitar odiarnos. Lo mantuvimos simple y fugaz, pero no por eso menos real.


Por mi parte es todo contigo y me atrevo a ser hipócrita y decir que espero verte pronto, que seas muy feliz con tu nuevo amor y la pases de maravilla. Y también me atrevo a ser sincero y decir que espero verte pronto, que seas muy feliz con tu nuevo amor y la pases de maravilla.


Ya lo sé, me he convertido en aquellos exnovios que siempre odié, pero me queda el consuelo de ser honesto y políticamente incorrecto, como ya no se es hoy en día.

 
 
 

Comentários


pUBLICACIONES DESTACADAS

Palabras de un Fénix© Copyright 2015. "A través de este enunciado hacemos expreso que las publicaciones existentes en este blog pertenecen a nuestra autoría. Queda prohibida la difusión de las obras sin dar crédito a los respectivos autores."

bottom of page